El servicio de video
bajo demanda, que funciona a través de la red y que también es conocido
como OverThe Top (OTT), se está convirtiendo en una
de las principales opciones de
entretenimiento de los consumidores, y con ello en uno de los mayores retos para los operadores de
telecomunicaciones.
Hablamos del servicio que ofrecen empresas como Hulu, HBO GO, Netflix o Amazon, que hacen parte de uno de los negocios más prósperos en el sector de
telecomunicaciones creciendo anualmente su facturación y con estimativos de
alcanzar los 15 billones de dólares a nivel global en el 2016, de acuerdo a
datos de la consultora Arthur D Little. Las cifras que manejan en la
actualidad estas empresas son tan abrumadoras que, en el caso de Netflix,
por ejemplo, el recaudo el año pasado fue de 3 mil 600 millones de dólares,
agregando 33,3 millones de usuarios, de los cuales, 27 están en Estados Unidos,
3 millones en América Latina y otros
3 millones en Canadá.
La capacidad de OTT de transformar los hábitos de consumo de video de los
usuarios está provocando que los operadores piensen en la ineludible expansión de sus redes de distribución,
así como en la forma en la que ofrecerán el servicio. Hoy, OTT Video es un reto no sólo estructural por la
calidad de conexión que demanda,
sino por los altos estándares en
definición de video que los clientes quieren. Es una alternativa para acceder a películas y series televisivas desde
diferentes dispositivos -como tabletas o teléfonos inteligentes- en cualquier
lugar y a cualquier momento, diametralmente opuesta a las limitaciones que
posee el tradicional sistema de televisión.
Según Servando Vargas, director de Global Strategic
Marketing de Alcatel-Lucent, son varios los pasos que requieren dar los operadores.
“Lo primero que deberán hacer es definir
su modelo de negocio en este nuevo entorno, ya que alguno puede tener la
necesidad de competir frontalmente en el mundo de OTT, mientras que otro
necesitará hacer alianzas con los jugadores de OTT vídeo, y así mismo habrá
quien necesite protegerse, ya que por cuestiones de mercado o regulatorias
quizá no pueda entrar en este segmento”, explica.
También es importante cómo exactamente se va a
incorporar este servicio al portafolio. Lo más usual y recomendable es que lo
apliquen como una extensión del ya conocido IPTV (Internet Protocol Television)
con el propósito de que ambos se conviertan en un complemento para que el
consumidor gane y tenga a su disposición la calidad audiovisual más rápida,
seleccionada y adaptada a sus necesidades de consumo, actualización y
entretenimiento en ambos servicios.
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